Elena es la primera mujer de toda la historia que
consigue doctorarse. De familia noble veneciana, nace el 5 de junio de
1646. El ser de noble cuna puede explicar que tuviera acceso a estudios
normalmente negados a las mujeres, lo que permitió que uno de sus
profesores percibiera el gran potencial de esa niña de 7 años que llegó a
hablar con fluidez latín, griego, hebreo, español, francés y árabe.
Estudió además música, gramática, matemáticas, filosofía y teología.
Aunque estudiaba por el simple placer de aprender, su padre,
procurador de San Marco, decidió que continuara sus estudios en la
universidad de Padua. Italia estaba más avanzada que el resto de Europa y
ya había mujeres que estudiaban ciencias y matemáticas en la
universidad, pero Piscopia optó por el doctorado en teología, tropezando
con la intransigencia de la iglesia que no podía concebir que una mujer
enseñara a los monjes. Así que decide preparase el doctorado en
filosofía.
Su examen de doctorado es legendario: iba a producirse en el salón de
actos de la universidad, pero hubo tal afluencia de público que tuvo
que defender su tesis sobre el Análisis y la Física de Aristóteles en la
catedral. Su examen fue tan brillante que el 25 de junio de 1678
consiguió ser la primera mujer doctorada en el mundo; hay una vidriera
en Vassar (U.S.A.) conmemorando este hecho.
Si bien dominó casi todas las ramas del saber, en la universidad de
Padua enseñó a estudiantes de toda Europa matemáticas. Poco después
decide ingresar en la orden benedictina y dedicarse a la caridad.
Muere, posiblemente de tuberculosis, el 26 de Julio de 1684. Está
enterrada, según sus deseos, en el monasterio San Giustina de Padua. Su
obra se publicó después de su muerte, en 1688 en Parma